Al tener hijos, es normal que como padres nos preocupemos y ocupemos en tratar de darles a nuestros hijos las mejores condiciones de hogar, tanto a nivel emocional como financiero. Si bien cuando son muy pequeños, las necesidades que tienen suelen ser bastante básicas, una vez que empiezan a crecer, hay situaciones complejas que ameritan atención especial.
Entre estas situaciones, se encuentra el manejo financiero personal . Muchos padres suelen a no enseñar a valorar el dinero a sus hijos o desacreditan estas enseñanzas a favor de enseñanzas más inmediatas, esperando a que “sean mayores”, para explicarles ciertos principios de como mejor administrar el dinero. Sin embargo, expertos en el área señalan que esto es un error, ya que desde pequeños se crean hábitos financieros que tiende a tener consecuencias, positivas o negativas, sobre el futuro manejo de su dinero.
Predicar con el ejemplo
Ciertamente, las mejores lecciones que se les pueden dar a los hijos son las acciones que nosotros como padres les reforzamos en nuestro propio comportamiento. Padres que le otorgan su justo valor al dinero, que no derrochan de manera inconsciente, que ahorran en lo posible sin llegar a extremos, serán la perfecta escuela para que los hijos sigan su ejemplo.
Empezar desde temprano
Un niño de cinco años puede entender perfectamente que el dinero no es algo que aparece por arte de magia en un cajero automático: por el contrario, está capacitado para entender y asumir que hay que realizar algunas acciones para que ese dinero esté allí. Forma parte de la educación hacerles entender desde temprano el valor del trabajo y lo que significa ganarse el dinero día a día.
No es necesario emplear palabras rebuscadas, sino hacerles entender de manera sencilla y con ideas que se acerquen a su entendimiento, cómo funciona el dinero y para qué lo necesitamos.
Pequeños trabajos
Cuando los niños han crecido un poco más, muchas familias implementan un sistema de asignaciones o paga, para sus pequeños gastos. Algunas familias asignan una cantidad fija, pero otras buscan intercambiar algunas responsabilidades a cambio de obtener una paga o mesada.
Una edad recomendable para iniciar con esto puede ser entre los siete u ocho años. En este momento, la gran mayoría de los niños ya tienen nociones numéricas básicas y es posible también que empiecen a realizar sus primeras compras.
Aprendiendo a ahorrar
Una buena manera de fomentar en los hijos el hábito del ahorro es en principio con el ejemplo. Pero también una efectiva estrategia puede ser fijar con ellos metas financieras adecuadas a sus gustos y necesidades.
Por ejemplo, en caso de que quieran algún objeto de cierto valor, en vez de salir a regalárselo, una buena idea podría ser acordar con ellos alguna manera de destinar parte de su asignación a ahorrar hasta llegar a reunir el dinero requerido.
Cada familia tiene costumbres, hábitos y dinámicas diferentes, pero siempre es bueno enseñar a los hijos a desenvolverse en temas financieros desde temprana edad.